Puede que la Navidad haya dejado en tu casa algún dispositivo tecnológico nuevo, para los mayores o para los pequeños. Consolas o móviles, una Smart TV o una tablet, un videojuego, un ordenador… Si es así, quizá sea un buen momento para acordar entre todos algunas normas que nos ayuden a hacer un uso equilibrado de “lo digital”.
No cabe duda de que la presencia de estos dispositivos en casa suele acompañarse de algún que otro momento de tensión familiar: “niña, deja ya el móvil”, “niño, apaga ya la videoconsola”, “papá, deja la Tablet”… La tecnología no es neutra del todo, está diseñada para que queramos usarla y usarla y usarla. Por eso es importante pensar en cómo queremos que esa tecnología participe de la vida familiar.
Hoy os planteamos la posibilidad de crear un ‘plan tecnológico familiar’. Un acuerdo entre todos sobre cómo utilizar pantallas, charlando sobre lo que cada uno opina o quiere, buscando un término medio que se adapte a nuestra familiar. Un plan que luego se cumpla y que pueda ir adaptándose a cambios progresivos.
Tal y como sugiere la Academia Americana de Pediatría (AAP), los planes tecnológicos familiares representan una opción útil para que padres e hijos acuerden un uso de la tecnología en casa. El plan puede incluir aspectos como cuándo se pueden utilizar pantallas, qué zonas de la casa quedan ‘libres de tecnología’, hasta qué hora se pueden utilizar dispositivos conectados, qué tipo de actividades se permiten y cuáles no son tan deseables, cuánta importancia se da a la seguridad, a las formas, al descanso o la actividad física…
Cuando los niños son muy pequeños quizá no sea tan necesario, pero a partir de los 8 ó 9 años, que exista un acuerdo previo que implique a todos puede ayudar a que las discusiones disminuyan en frecuencia e intensidad. Y puede ayudar a que todos –mayores y pequeños- pensemos en cómo utilizamos la tecnología y en cómo aprendemos a parar. Con pre-adolescentes y adolescentes, la conversación previa a la creación del plan es fundamental para que éste funcione y para que los menores sean conscientes de su propio protagonismo en la creación de buenos hábitos digitales.
Precisamente en la web de la AAP hay plantillas para crear el plan tecnológico familiar, aunque cada uno puede crear su propio cartel o diseño, incluyendo los usos digitales más presentes en la casa y adaptándose a cada miembro de la familia. Habrá casos en los que no haga falta mencionar videojuegos, otros en los que lo más importante sea evitar tecnología en la mesa o por la noche, otros en los que se marquen tiempos y momentos… En función de cómo seáis y de las edades y personalidades de vuestros hijos, el plan deberá ser diferente.
Sentarse y hablar en familia sobre el uso que cada uno da a la tecnología –el porqué, el cuándo, el para qué, el cuánto- y sobre qué cambios es necesario hacer significa abrir espacios de conversación sobre el mundo digital y fomentar que los niños aprendan a gestionar su tiempo, su seguridad, su autonomía y su actividad conectada.
Año Nuevo, vida nueva. Aprovechar la llegada de dispositivos nuevos a casa –como ahora, después de las Fiestas- es una opción positiva porque da sensación de ‘empezar desde cero’ y de ‘buenos propósitos’. Eso sí, para que niños y niñas se sientan animados a cumplir con su parte, es fundamental que los adultos también se comprometan a cumplir con la suya 😉
¿Os animáis?