Si hay algo que nos ha regalado el confinamiento ha sido la oportunidad de pasar 24 horas con nuestros hijos. 24 horas durante casi tres meses dan para mucho, incluso para darnos cuenta de cosas sobre ellos que antes pasaban totalmente desapercibidas. Y es que, aunque solemos pensar que somos nosotros, los adultos, los que les enseñamos todo a ellos, son muchas las cosas que ellos nos enseñan a nosotros, y en este confinamiento hemos aprendido unas cuantas, ¿verdad?
«Aquellos años, con tantas horas, fueron un viaje de estudios, lo que pasa es que yo entonces no me estaba dando cuenta». Con esta frase comenzaba la profesora y escritora Carmen Guaita una maravillosa ponencia en el que nos hacía reflexionar sobre esto.
Principales mensajes de la ponencia ‘Lo que aprendemos de nuestros hijos’
La ponencia de Carmen nos dejó tres mensajes principalmente:
1. Observar, escuchar y conocer a nuestros hijos
Carmen Guaita hace hincapié en la importancia de observar a nuestros hijos e hijas, de saber escucharlos cuando tienen algo que decir, de conocerlos para entenderlos mejor. «Tengamos en cuenta que lo que funciona con un niño puede ser completamente contraproducente con otro».
2. Una nueva mirada
Ellos son capaces de ver cosas que para nosotros pasan completamente desapercibido. Nuestros hijos son verdaderos másteres. Y lo son en el tiempo, por la forma en que lo valoran; en la mirada, esa mirada que nosotros perdimos a medida que fuimos creciendo.
3. La mirada es lo que les educa
«Cada vez que una mamá, nosotras las mujeres, nos ponemos delante de un espejo y decimos: He cogido unos kilos, estoy horrible, mandamos un mensaje. Y cuando nos llama alguien y estamos hablando con palabras amables, pero poniendo cara de desesperación, mandamos un mensaje también”. En este sentido, Carmen quiso advertirnos de que somos el espejo en el que se miran, nuestros actos educan, porque los niños aprenden por imitación y, por tanto, nos aprenden a nosotros.