En la segunda mitad de marzo, los escolares tuvieron que dejar la escuela y confinarse en sus casas como consecuencia de una pandemia global. Ante este nuevo escenario se tuvo que improvisar un sistema educativo nuevo, alejado de las aulas, de los docentes, en el cual las tecnologías tomaban un papel fundamental, funcionando como intermediarias para que el proceso educativo siguiera su curso y no se paralizase.
Ahora, dos meses después y con las vistas ya puestas en la vuelta a las aulas, se plantean muchas incógnitas: ¿cómo va a ser la educación a partir de ahora?, ¿qué papel tendrá la tecnología? ¿Estamos preparados para la virtualización de la educación?
Sobre esto hemos hablado con tres expertos del mundo educativo: el director de la Fundación SM Javier Palop, con el experto en innovación educativa Juanjo Vergara y con la docente Fernanda García.
- ¿Las tecnologías han salvado el curso escolar, permitiendo que este siguiese de forma telemática?
Juanjo Vergara: Hay muchos alumnos que no tienen o tienen tecnologías muy deficitarias. Centrar la atención en lo bueno que es tener tecnología es, desde mu punto de vista, un error, y lo que habría que hacer es centrarse en lo necesario: que la tecnología llegue a todos los sitios porque el curso, a causa del cierre de colegios, está perdido para muchísimos millones de escolares del mundo. El problema no es la tecnología, es cómo generamos condiciones de justicia, de acceso a la educación para todos. Hay niños que no solo no tienen tecnología en sus casas, sino que no tienen un entorno de estudio. Viven 6 en una casa de 40 metros cuadrados sin la posibilidad de disponer de una mesa donde estudiar sin que nadie les moleste.
2. Todos somos conscientes del papel que juegan las escuelas como mecanismo de compensación de las desigualdades. ¿La brecha digital va a traer, sí o sí, más desigualdad?
Javier Palop: Es cierto que la brecha digital puede traer más desigualdad si no consideramos las necesidades reales de las familias en los distintos segmentos de edades. No se trata solamente de poner un dispositivo electrónico en las manos de cada ser humano, o de dotarlo de diferentes gadgets para su vida diaria. Las tecnologías y los dispositivos son caros, y las inversiones requeridas para esta industria son elevadas. Creo que en las escuelas se deben graduar las necesidades tecnológicas y debemos promover una economía circular para que los dispositivos tengan una vida más larga y puedan llegar a más segmentos de la población. En estos tiempos de confinamiento hemos visto con mucho agrado cómo organizaciones como Cáritas o Cruz Roja posibilitaban el acceso a las tecnologías móviles a personas con bajos recursos económicos. Espero que esto perdure y continúe después de esta pandemia.
3. Se está planteando la posibilidad de instaurar a partir de septiembre un modelo educativo mixto: 15 días desde casa, 15 días desde la escuela. ¿Lo veis factible desde el punto de vista académico?
Fernanda: Yo, personalmente, no lo veo factible. Intuyo que será una locura y un caos para los chavales. Ahora no lo vivimos como tal porque estamos limitando la tarea diaria, siendo más flexibles, repasando contenidos ya vistos en clase con anterioridad… Pero en septiembre empieza un curso nuevo que debería ofrecerse con normalidad. Ese contenido que los niños ven por primera vez, que no tienen asimilado, que igual la familia tampoco, ¿cómo lo trabajas desde la distancia? Para mi la única posibilidad es volver a las escuelas. El tú a tú docente-alumno es fundamental.
Javier Palop: Sin duda, es un experimento social y educativo. Creo que no es lo más deseable, pero se está contemplando como un método paliativo en caso de que hubiera que evitar las aglomeraciones en cualquier espacio de la vida… Si se trata de un modelo excepcional, no me atrevo a calificarlo. Si se trata de un modelo estable como propuesta de futuro, creo que no es lo más aconsejable. Toda propuesta educativa que separe, excluya o marque diferencias entre iguales va en contra de los objetivos de la educación: integración, inclusión, valor de la diversidad, etc. Tendría que hacerse con mucho esfuerzo y atención a las consecuencias por parte de las instituciones educativas y los docentes.
4. ¿Qué es lo que más os preocupa de la situación que se nos presenta de cara al curso que viene?
Juanjo Vergara: Yo trabajo con educadores en formación, que están teniendo que hacer sus prácticas telemáticamente. Un educador aprende a educar educando, no a través de un ordenador. La tecnología llega hasta donde llega. Es muy importante mirarnos a la cara y esto va a estar complicado. La tecnología es un parche, un parche que ahora mismo nos saca del paso, pero no es la solución.
Javier Palop: La intención de la educación hoy no solo es preparar mano de obra, o formar científicos o ingenieros que sirvan para hacer crecer la economía. Además de esto y de formar expertos técnicos o científicos, tenemos que formar personas, seres humanos integralmente desarrollados, con sus capacidades artísticas, humanísticas, con capacidad de gestionar sus emociones, capaces de relacionarse saludablemente con sus contemporáneos, capaces de vivir una afectividad sana, que respete al otro y a la otra, que reconozca el valor de la diferencia y abiertas a la pluralidad en la sociedad, que cuide y vivan en armonía con su entorno y con la naturaleza. Lo que más nos haría avanzar como sociedad hoy sería un gran pacto de estado para no cambiar el sistema educativo durante 25 años, y dotar presupuestariamente ese pacto y respetarlo, gobierne quien gobierne. Solo así se logran desarrollos significativos de la sociedad. Y si no que se lo pregunten a Finlandia, a Singapur o a otros países que hicieron políticas duraderas en educación.
5. ¿Estamos preparados para una virtualización de la educación en caso de que fuera necesaria?
Fernanda: Desde 2006 el ministerio de educación nos lleva diciendo que la competencia digital debería estar desarrollada a nivel de profesorado. Creo que, aunque hay de todo, lo hemos dejado algo apartado. No se trata de competir por ver qué colegio tiene más tabletas, ordenadores o pizarras digitales… Se trata de hacerlo realidad, de hacer un buen proyecto curricular con la tecnología. Tiene que ser algo transversal. Formar parte del ADN del centro…
Javier Palop: Creo que las maestras y maestros están dispuestos a esta transformación, y después de este periodo de confinamiento, más que antes, a seguir preparándose para aportar lo mejor de ellos mismos en las relaciones educativas con sus alumnos. Esta modalidad de “enseñanza a distancia” ha permitido en algunos casos personalizar las exigencias y dedicaciones de los profesores con aquellos alumnos o alumnas que más les necesitan. Sin duda, son muchos los aprendizajes que también han tenido los docentes en este tiempo. Es momento de compartirlos y poner en común lo vivido. Es muy importante contar con los grandes profesionales de la educación que tenemos en España para realizar este proceso de transformación. Ellos son los verdaderos motores del cambio en la educación.
6. En Francia acaban de abrir los colegios. Vemos a los niños en el patio separados entre sí, situados en cuadrados dibujados en el suelo de los que no pueden salir… ¿va a afectar esto a la sociabilidad de los más pequeños?
Fernanda: Una relación social pasa por mirar a los ojos, por tocar… Si ahora ya tenemos problemas de socialización en los niños, no me quiero imaginar a partir de ahora…
Javier Palop: Estoy seguro de que la capacidad de relación y de sociabilidad de los más pequeños será un factor determinante para la seguridad y para la paz en el futuro de nuestras sociedades después de 20 o 25 años. Los educadores en las escuelas están poniendo mucha atención en la gestión socioemocional de los niños y niñas, y jóvenes en su vuelta a las aulas y a la vida colegial. Hará falta un periodo de recuperación claramente establecido porque no es fácil volver a la normalidad sin identificar y reconocer lo que se ha vivido en el interior de cada casa, hogar o “cabaña”. Pueden haber surgido espacios de soledad terribles en los menores, en medio de familias con problemas de relación. Todo esto afectará mañana a las relaciones de los alumnos en su vuelta al cole.