Autora: Eva Marina, Universidad de Padres —
El fomento de la creatividad es clave en el desarrollo de los niños (y de los adultos). Cuanto más creativos seamos –más flexibles, ingeniosos, más soluciones se nos ocurran, etc.- mejor preparados estaremos para superar con éxito cualquier obstáculo de la vida. Porque la creatividad no solo tiene que ver con los genios y el arte, sino que es la capacidad de resolver problemas nuevos o de enfrentarse a problemas viejos con nuevas estrategias.
¿Qué pueden hacer los padres para formar hogares más creativos?
- Ser modelos de creatividad. Los padres preocupados por la creatividad de sus pequeños, deberían considerarse a sí mismos creativos, o reforzar esta capacidad. Recordemos que el ejemplo es una de las principales herramientas educativas. La creatividad es un hábito y, por tanto, puede aprenderse.
- Un estilo parental flexible, ni autoritario ni sobreprotector. La creatividad infantil requiere libertad, autonomía e independencia.
- Importancia de las preguntas y el cuestionamiento. Plantear preguntas desafiantes, estimulantes, y animar a los niños a que las hagan ellos también. Muchas veces es más útil contestar a una pregunta con otra: “¿Qué piensas tú?”
- No ser impositivos, intentar ver las cosas desde otros puntos de vista, aceptar otras opiniones, estar abiertos, buscar cosas nuevas o hacerlas de otra manera, aceptar el error, no tener miedo a equivocarse. Los niños necesitan sentirse seguros y valorados para poder expresarse, ser originales, cuestionar, equivocarse, aburrirse…
- Conocer sus talentos y reforzarlos. Observar a los hijos, saber cuáles son sus preferencias, respetar sus gustos y animarlos. Pero no agobiarlos con mil actividades, porque esto puede generar estrés y frustración.
- Estimular la curiosidad infantil. Exponer a los niños desde pequeños a la cultura, música, arte, libros, teatro, viajes, a la diversidad…
- Animar la creatividad, realizar actividades creativas en familia: organizar una fiesta, cocinar con ellos, animarles a que se inventen historias…
- …Pero sin pasarse: no organizar todo el tiempo libre de los niños. Favorecer el juego libre, imaginativo y no estructurado; conviene incluso permitir el aburrimiento, origen de la fantasía y la creatividad.
- Cambiar las propias creencias. Olvidarse de “yo no sé dibujar”, “yo no sé bailar”, y simplemente, intentarlo. Para ser creativo hay que dejarse llevar, disfrutar y divertirse. El sentido del humor es fundamental.