A menudo, las redes sociales se convierten en vertederos digitales en los que grupos violentos o personas con pocos escrúpulos difunden mensajes de odio. Desde las mismas redes se plantean acciones para acabar con estos discursos, presionados por instituciones como la Unión Europea. El problema es grave y los gobiernos están preocupados. El gobierno francés está trabajando en un proyecto de ley para prohibir la presencia en una red social de personas culpables de declaraciones racistas y antisemitas. También los usuarios podemos ayudar a limpiar las redes sociales de indeseables utilizando las herramientas que estas ponen a nuestro alcance.
Mensajes de odio: Trols, haters y flamers
Existen perfiles concretos de usuarios que disfrutan instigando a otros a través de la Red, como los trols (usuarios molestos que bombardean con mensajes a otros grupos) o los llamados haters (usuarios que promueven el odio en la Red a través de comentarios ofensivos o mensajes hirientes) o flamers (que se dirigen a una persona específica).
Y como siempre, aunque los mensajes de odio en Internet afectan a todos, los niños y adolescentes lo sufren más. Los menores son más influenciables que los adultos y no siempre se preocupan de contrastar la información que encuentran en Internet, lo que les convierte en más vulnerables.