Antes del confinamiento nuestros hijos tenían una agenda apretadísima: colegio, merienda, extraescolares, deberes, ducha, cena…
Pero, ¿y ahora? Ahora que no tienen el día totalmente planificado por los adultos, que tienen mucho más tiempo libre, ¿saben emplearlo o, en cambio, se aburren, merodean en torno a ti buscando alguna distracción o se sientan frente al televisor consumiendo todas sus horas de ocio?
Muchos niños no saben disfrutar de su tiempo libre porque nadie les ha enseñado a hacerlo.
Sin duda, el hábito de estudio es valiosísimo. Es muy enriquecedor dedicar un tiempo diario a realizar alguna actividad intelectual. Por eso es tan importante que todos los niños y niñas adquieran el hábito de estudio diario, aunque no tengan deberes. Pueden leer, dibujar, escribir… o realizar cualquier actividad de enriquecimiento cultural.
Pero, tan importante como adquirir el hábito de estudio es aprender a utilizar el tiempo libre. Un tiempo que ocupa una grandísima parte de nuestra vida y que nos puede enriquecer o envilecer como seres humanos. Por ello, el mismo tesón que empleamos las madres y padres para exigirles que estudien deberíamos emplearlo para enseñarles a emplear su tiempo de ocio
En este vídeo, la pedagoga Maite Vallet nos da algunas claves para hacerlo.
Como dice Maite Vallet en el vídeo, «no saber emplear el tiempo libre crea ataduras, dependencias, sometimientos. Acabamos haciendo actividades que no hemos elegido o que eligen otros por nosotros». Por eso es tan importante enseñar a nuestros hijos a disfrutar de su tiempo de ocio, facilitarles el desarrollo de su propia personalidad teniendo en cuenta sus inquietudes o aficiones personales.
Claves para enseñar a nuestros hijos a disfrutar de su tiempo libre
- Enseñarles a organizar su horario personal. De esta forma, planificarán con antelación sus actividades y no irán sobre la marcha, evitando haber acabado el día sin haber hecho todo aquello que querían hacer, incluídas sus actividades de ocio.
- Ayudarles a reflexionar sobre el tiempo que les va a llevar hacer cada tarea. Luego serán ellos quiénes, a partir de los 6 años, lo pondrán en un planificador que habrán hecho y decorado ellos y que podrán colgar en su habitación.
- No es un programa rígido. Es, en cambio, una forma de implicarles en el establecimiento de estos horarios que tan útiles les van a resultar.
- Fines de semana incluídos. Aunque los fines de semana las actividades varían, también les gusta planificarlas.
- Todos de acuerdo. Al planficarlas tendrán, eso sí, que ponerse de acuerdo con nosotros.
No olvidemos que enseñarles a organizarse y planificar sus actividades les ayudará a ser cada vez más responsables y disfrutar de haber cumplido sus objetivos.