Esconderse no tiene una utilidad heroica y solo sirve para espiar y engañar. Engañar es precisamente lo que hace la aplicación que hoy traemos a este espacio. Con ella puedes falsificar conversaciones de WhatsApp. ¿Hasta qué punto es ética? ¿Cómo se justifica su existencia?
Falsear conversaciones de WhatsApp
WhatsApp, la aplicación reina en España para chatear, no es infalible. Es cierto que el cifrado de extremo a extremo facilita que nadie pueda leer tu conversación. Pero ¿y modificarla? Si alguien puede cambiar lo que hemos dicho, podríamos tener algún problema.
Esto nos devuelve al tema del peligro que existe cuando nuestros datos pueden ser editados. Para ponernos en situación, imagina que un compañero del trabajo llamado Paco nos enseña un pantallazo de su conversación con nuestra pareja (Laura). Al parecer, Laura le ha estado “echando fichas” durante meses, y así lo muestra la última conversación:
Por supuesto, la conversación es falsa. Pero no hemos tenido que robarle a Laura F. su teléfono. Lo único que hemos hecho es bajarnos la app Fake Chat Conversations y redactar un escenario complejo. Para darle realismo, hemos imitado el modo en que Laura se expresa. También hemos copiado el nombre que muestra o su fotografía.
¿Cómo se detecta el falso WhatsApp?
Fiarse de una pantalla no siempre es aconsejable, como vimos con algunos delitos orientados a los espejismos. El phishing está a la orden del día. Es decir, fingir que somos otra persona en redes sociales o web para extraer información personal. Confiamos en la pantalla y, sin embargo, prestamos poca atención a los protocolos seguros de internet o al buen uso de la tecnología.
En cualquiera de los dos ejemplos de arriba, darse cuenta de que estamos ante un engaño es fácil. Si se trata de una captura, basta con pedir a la otra parte que nos muestre la conversación original. ¿No la tiene? Sospecha: sin evidencia no vamos a ningún lado. Si nos la muestra en la aplicación de chats falsos, desmontar el engaño también es muy fácil:
Basta con ir a la ventana de “estados” o teclear algo en la barra de escritura. En el primer caso, veremos anuncios. Aunque los habrá en un futuro, estos son claramente orientados a opciones freemium de una app que no es WhatsApp. En el segundo caso, al escribir veremos una muesca verde junto al botón de enviar. Se usa para configurar si habla el emisor o receptor.
¿Qué ocurre? Que si no sabemos cómo funciona la aplicación original, o que existe una que clava el aspecto de WhatsApp, podemos ser engañados con facilidad. La educación digital va más allá de la alfabetización digital, como ya comentó Carlos Magro, vicepresidente de la Asociación Educación Abierta.
Más información vía: Nobbot