Durante la cuarentena, muchas madres y padres hemos montado la oficina en casa. Oficina que también es la sala de juegos de los niños y su lugar de estudio… Y, sinceramente, conciliar estas actividades a la vez resulta una auténtica hazaña.
Dificultades que muchas familias han ido solventando a prueba de ensayo y error. Aquí os sugerimos algunas ideas que ya han puesto en práctica algunos de nuestros seguidores. Esperamos que os sirvan de utilidad.
- “La clave es empezar el día como todos los días”. “Nos levantamos a la misma hora, desayunamos, nos duchamos, nos vestimos… estamos preparadas para el día desde el primer momento” dice Patricia, que tiene dos hijas de 8 y 4 años.
- Patricia nos ofrece otra idea: “Hay que planificar el día. Por mucho que no tengamos que ir al cole o al trabajo, los niños, y nosotros, necesitamos la rutina, los horarios. Podemos adaptarlos, pero no suprimirlos».
- En cuanto a hacer actividades, usemos las redes sociales. “Por ejemplo, hoy vamos a visitar un museo de forma Online y para eso hemos quedado a las cinco de la tarde”, nos dice Ana, otra seguidora. “Mañana mi hija, mientras yo trabajo, va a escuchar cuentacuentos a través de Instagram”.
- Raquel comparte con nosotros el trabajo en equipo con el colegio. “Por una parte, estoy más agobiada porque los niños me preguntan mucho cuando no entienden algo, pero otra parte estoy muy contenta haciendo equipo con los profesores. Estoy alucinada con ellos, les ponen tareas, les mandan trabajos, les recomiendan vídeos educativos en YouTube”.
- Normalidad, los niños pueden salir en tus videollamadas con el trabajo. Isabel nos dice que al principio se ponía nerviosa cuando sus hijos entraban en la habitación desde la que ella mantenía una reunión telemática. Pero pronto entendió que «estamos ante una situación excepcional y no pasa nada si tenemos que interrumpir, si mi hija viene a preguntarme algo…es lo normal. ¡Somos una sola persona con diferentes roles en una misma habitación en un solo minuto!» Maravillosa definición de los que somos las madres y padres ahora mismo.
- Compartir con nuestras jefas y jefes que vamos a sacar adelante el trabajo, por supuesto que sí. “Somos gente responsable”, dice Ricardo. “Pero no podemos hacer el trabajo de la misma manera ni con el mismo ritmo. Quizás acabemos por la noche cuando los niños estén acostados, pero también tendremos que interrumpir una tarea para mediar en un conflicto entre hermanos, por ejemplo. Necesitamos seguir teniendo objetivos laborales que cumplir, pero más flexibilidad para hacerlo».
- ¿Te has parado a pensar que los niños entiende más de lo que pensamos? Es decir, podemos contarles que papá y mamá tienen que trabajar y que necesitamos que durante un ratito jueguen solos, que luego, cuando acaben, jugaremos todos juntos y en familia y que será muy divertido. «Pensaba que iba a ser más difícil, pero mi hija me ha demostrado entender más de lo que yo creía. Eso sí, tengo que parar muchas veces y dedicarle un raro muy largo cuando termino de trabajar. Hemos llegado a ese trato», nos dice Emilia.
- Dosificar. «Tenemos la tentación de querer tener información continua sobre el coronavirus con la televisión o la radio puesta todo el rato y, sin darnos cuenta, alarmamos en exceso a nuestros hijos», nos dice Elena. «Yo intento ver las noticias cuando las niñas no están en la misma habitación, cuando juegan con su padre o se que no están oyendo. Esto no quiere decir que luego no les cuente si me preguntan, pero aplicando un filtro, el del sentido común para no asustarlas», añade.
- Qué importante es crear equipo también en la familia. Ahora que estamos todos juntos y a la vez en casa, organicemos las tareas, y deleguemos en el otro para poder desconectar. «Ayer le dije a mi marido, de 8 a 9 no estoy para nadie, necesito preparar un informe y concentración absoluta, luego a las 9 me ocupé yo y pudo hacer él lo que necesitase», nos dice Carmen.
- Aprovéchate del poder del juego, en estos días es tu gran aliado. Porque… ¿Te has parado a pensar que, gracias al juego, podemos conseguir que nuestros hijos se vistan en tiempo récord, apuntando sus tiempos como si de una competición se tratara, o que estén un rato largo en silencio porque el que habla pierde…? Pero, además, como nos dicen Laura y Fernando, «nosotros utilizamos el juego para hacer esto más llevadero. Cada hora dejamos el ordenador para jugar diez minutos con ellos. Cuando podemos, paramos los dos y si no es posible, al menos, uno”.
- Ni una sola queja. “Hay que crear un buen ambiente y esforzarse para ello. Los nervios y miedos pueden aflorar. Estar metidos en casa, y la nuestra es muy pequeña, puede hacer que nos sintamos incómodos. Nos hemos propuesto no quejarnos nunca y aprovechar para recordar que somos unos privilegiados” nos dice Marta.
- “Mi mujer y yo nos hemos propuesto como objetivo que cuando pase esta pesadilla la recordemos con cariño..Vamos a ver películas con nuestros hijos, ver fotos que hace tiempo que no vemos, tratar de eliminar malas costumbres tecnológicas. Vamos a hacer realidad el refrán de que no hay mal que por bien no venga” nos escribe Manolo.
- Cuando estemos muy saturados recordemos que hubo un tiempo en el que pedíamos más tiempo con la familia, para descansar… «Estoy durmiendo 8 horas, algo que hacía mucho que no conseguía» nos dice Paula.
Como veis, entre todos podemos sacar muchas y muy buenas ideas. Si tu tienes otra, no dudes en compartirla con todos enviándola a info@familyon.es, la añadiremos a este artículo. Entre todos, esto será más llevadero.